lunes, 31 de mayo de 2010

Sherpa T 49 - Enderezado guardabarros

Aquí está un viejo compañero de fatigas, el guardabarros delantero original de mi primera Sherpa T, con el que me inicié en los típicos juegos juveniles de hacer levantadas de rueda, ahora lo volveré a tener como el punto de mira de otra Sherpa T, gracias a que Nacho lo había conservado colocado en su Texas.
Lo primero ha sido eliminar los números adhesivos y la pintura original. Motoban (el distribuidor oficial de fábrica) entregaba las motos con la matrícula pintada en ambos lados del guardabarros delantero.
He utilizado decapante Titán. Cuando se trabaja con materiales delicados como el aluminio, es una buena opción, porque no se necesita rascar y debajo la superficie aparece nueva. Con métodos más agresivos, tendremos que lijar después y teniendo en cuenta el reducido grosor de la chapa, no es cuestión de ir malgastando el poco espesor que hay.


Como no tenía ningún utensilio para recuperar los pequeños golpes superficiales, me he apañado para adaptar una vieja bola de remolque, como base sobre la que golpear. Dado que estan achaflanadas en la parte superior, he rellenado con soldadura esta zona para dejarla totalmente esférica, aunque en realidad debería haber dejado una superficie más similar a la curvatura del guardabarros (tengo entretenimiento para otro día).
Una vez pasada la amoladora mágica

Utilizo la bola de apoyo y con suaves golpes de la maza de nylon, recupero las pequeñas abolladuras.

Es un poco incomodo utilizar un martillo para enderezar golpes por la parte interior, porque la distancia entre la zona de impacto y el mango de madera es inferior a la altura entre la parte interior y los bordes, por lo que el martillo no golpea plano sino inclinado; con un martillo de nylon grande esto no sucede, pero entonces lo que que no se adapta es el excesivo tamaño de la zona de impacto, así que con un trozo de barra de aluminio maciza he hecho otro utensilio.

La ventaja es que, debido a su peso, casi es suficiente con dejarlo caer y como se maneja directamente con la mano, es bastante manejable.

Lo importante es tener bien alineados el apoyo y la maza, porque en caso contrario haremos una abolladura nueva. Afortunadamente como es un metal blando, y no hace falta emplear fuerza, con pequeños golpes se consigue ir controlando el enderezado. Los bordes no llevan alambre de refuerzo y se deforman más.

2 comentarios:

  1. Vaya, ese trabajo es más fino que mis ya celebrados pulidos. Si lo llego a saber antes, te habría pasado el guardabarros de la MK1, por si te aburrías un domingo cualquiera :-)

    Lo que más me gusta de estas últimas entradas es ver las adaptación a las circunstancias, creando herramientas y utensilios varios.

    Es la aplicación estricta de aquel "be water my friend" de Bruce Lee.

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  2. Pues la próxima entrada de restauración irá de pulidos y no sabes lo bien que me ha ido copiarte y aguantar la pieza en vez del taladro.
    En cuanto a lo de los utensilios varios, es que es una de las partes que me divierte más, resolver problemas a medida que aparecen, no se si las soluciones son todas ortodoxas, pero yo me lo paso bien.

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