Hacer 60 km. para comer un bocadillo y ver un chasis no es a priori un plan muy interesante, pero si esos 60 km. son de carreteras secundarias de curvas y pistas de arena húmeda, si el recorrido se hace en moto, si esas motos son todas ejemplares de Ossa perfectamente restauradas, y el chasis es una réplica del monocasco de nuestro idolatrado Santiago Herrero, la cosa cambia bastante, sobre todo cuando estamos hablando de doce enamorados de las clásicas que han decidido hacer algo tan simple, pero en ocasiones tan complicado, como es sencillamente pasar un buen rato, que se convirtió en excepcional. El principal "culpable" del irresistible cóctel de emociones fue Eugeni, de quien esperamos siga teniendo tan interesantes ocurrencias: !gracias Eugeni¡.
Todas las previsiones del tiempo de una semana antes anunciaban chubascos ininterrumpidos para el primero de mayo, finalmente el cielo se abrió y el sol lució en su plenitud, como lo hicieron las joyas sobre las que montamos. En mi caso, gracias a Jordi, que me prestó una impresionante Desert Phantom 250, y aún podía elegir, porque Jordi D. también se ofreció a dejarme una E-72, desde aquí, gracias a ambos.
La excursión comenzó en la Plaza del antiguo Ajuntament de Premiá de Dalt, en donde hicimos formar las motos por grupos: enduro, trial y carretera.
La Mick Andrews de xxx, primera de la fila, detrás la Desert Phantom 175 de Jaume
En primer término la E-71 de Ernest
Saga de Enduro de Ossa, las motos de Ernest, Rogelio, las dos singulares Enduro América, de Eugeni y Emili, y la blanca de Toni, la última de la saga Enduro.
!Cuantas horas de trabajo hay detrás de esta panorámica¡
La Ossa más racing, la F3 de Jordi Al., entre dos precursoras en el tiempo, la 250 Sport de Pere y la 230 de Jordi D.
Parada del grupo de montaña junto a la Riera de Argentona. El terreno del Maresme después de la lluvia ofrece unas sensaciones de conducción fantásticas, que se podrían equiparar a un buen día de viento para un navegante o a nieve polvo de la mejor calidad para un esquiador: una gozada.
El bocadillo, en Ca L'Andreu de Dosrius, aquí se unieron al grupo Francisco y su esposa; un aficionado se nos acercó a la mesa pidiendo permiso para poder hacer fotografías.
Llegada a casa de Blas
En esta afición, como en todas, hay diferentes grados de dedicación y entrega, cada cual intenta llegar a su punto de equilibrio entre obligaciones, familia, ocio y presupuesto, pero debo decir que lo que hace Blas está en un nivel muy alto, que me hace sentir una sana envidia, porque Blas no solo restaura motos, sino que lo hace con las motos más sofisticadas que hay, las de circuito de velocidad, pero es que además las pilota, y aun encuentra tiempo para hacer lo que nos trajo en principio a su taller: la fabricación de unas pocas unidades de réplicas de la mítica Ossa monocasco de Santi Herrero. Para acabarlo de arreglar, Blas es una persona encantadora que nos atendió amablemente, dándonos todo tipo de explicaciones sobre lo que hace; no exagero si digo que nos dejó a todos con la boca abierta, !Enhorabuena Blas¡.
El chasis, a diferencia del original en magnesio y debido a razones de coste, se ha realizado en aluminio de alta resistencia, pero empleando durezas distintas según el tipo de mecanización de la pieza. Por ejemplo, la cara superior del depósito es de un aluminio más blando, pues según nos explicó Blas, el rehundido central, realizado con prensa, se agrietaba en las zonas de curvado.
No han podido disponer de planos ni de cotas originales, por lo que lo han hecho todo desde fotografías !sencillamente increíble¡.
Los orificios laterales son dos tubos que atraviesan el depósito de lado a lado para dar rigidez al conjunto. Por otro lado nos comentó que su propósito es conseguir una réplica razonablemente fidedigna, pero sin obsesionarse por la reproducción milimétrica, en cualquier caso el resultado obtenido es digno de admiración.
Horquilla Ceriani, bajo la tija inferior, el original amortiguador de dirección (si me equivoco que alguien me corrija) que funciona gracias a un pesado lastre que genera una mayor inercia de giro, estabilizando la dirección.
Otra unidad del chasis, con un motor Ossa 250 con admisión por válvula rotativa, y una culata para versión de aire !realizada con un molde de su creación¡.
Jordi A., Ernest, Blas, Jordi D., xxx y Pere
Lado del encendido
El carburador conectado a la válvula rotativa, que alimenta el motor directamente a través del cigüeñal.
Un tercer chasis, del que se ve colgando un motor que en realidad es una maqueta de madera, si, habéis leído bien, a escala 1:1, alucinante.
En esta entrada del blog se pueden ver fotos de la moto original: Santi Herrero
Creo que todos disfrutamos a fondo de la jornada, solo fue una mañana y se hizo corta, pero pienso que siempre es bueno quedarse con "hambre de moto".
Fotografías realizadas por Eugeni, Pere, Jordi, Rogelio y Fernando
Qué envidia, Fernando. Conseguir una jornada así es más difícil que encontrar un político honrado y sensato. Tener el tiempo para disfrutarla, la calidad de las motos, la ruta que habéis hecho, el bocadillo y, encima, acabar disfrutando de ese chasis y todo lo que significa, es un lujo extraordinario.
ResponderEliminarOssa es una marca que siempre me ha caído muy bien y, curiosamente, sólo probé una vez una Explorer de un amigo cuando no eran clásicas
Gracias por compartirlo.
PS: Ahora entiendo aquélla canción que decía: "De la fiesta de Blas todo el mundo salía con una Copa de más"
Hola Jose, pues si, la verdad es que fue una gozada. En el ultimo tramo antes de llegar a casa de Blas, iba de los últimos y ver la serpiente de Ossas por una carretera de curvas era indescriptible. Y en cuanto a lo de la Copa, ja, ja, Blas tiene una pequeña colección de botellas magnum de cava de las que se descorchan por !victorias del mundial de velocidad¡, así que has tenido una magnífica intuición.
Eliminarun abrazo
¡Qué envidia!
ResponderEliminarPor el día, por la compañía, por el plan ... y porque estar con alguien que sabe mucho es siempre ocasión de aprender algo. Eso sí ... ¡fotos más grandes, por favor!, que se queda uno a medio camino cuando pulsa sobre ellas.
Hola Julián, creo que ese fue el sentimiento mayoritario: envidia y admiración (y no he contado ni la décima parte).
EliminarLo de las fotos ... tienes toda la razón, las acabo de ampliar ahora mismo, pero es que uso una pantalla para Cad y no sabía si en otras más pequeñas quedaría exagerado, ahora ya se que no. Por cierto, entre los que vinieron hay varios miembros del Moto Club Impala de los que no se pierden una.
Siempre he pensado que en mi pequeña colección faltaba una Ossa Mc Andrews; primero porque es preciosa, una buena máquina que todavía la veo en podiums de triales de clásicas y en segundo lugar porque así también podría ir a las concentraciones de osistas. Felicidades a todos por vuestras Ossas.
ResponderEliminarHola Juan, pues tienes razón, con una Ossa alcanzarias la "triple corona" de posibilidades, que ahora ya tienes con Bultaco y Montesa. Nos lo pasamos muy bien y además esta simple salida ha generado mucho interés, muestra de que el sentimiento Ossista está vivo.
EliminarHola, hay algun grupo o amigos de Ossa en el Maresme?
EliminarDispongo de un modelo poco habitual y me gustaria hacer alguna salida. Alguien me puede informar? he buscado en Facebook y no he encontrado nada. Soy de Barcelona. Gracias
Hola Jorge, te agradecería que me enviaras una dirección de correo electrónico a beamud@gmail.com y te haría llegar datos de contacto.
EliminarSaludos