Una vez reparado el kit del sillín, empiezo con el depósito de fibra de vidrio. Se aprecian cinco golpes: tres pequeños de 1-2 cm de diámetro y uno longitudinal de 4 cm, todos producidos por impacto contra un objeto duro, que han roto el revestimiento de gel-coat; por último hay un golpe que debió provocar el abombamiento momentáneo de la fibra y que ha producido el agrietamiento del gel-coat en una zona ovalada de 10-12 cm de diámetro aprox. Este último no requiere reparación de fibra de vidrio, el resto sí. La guinda es que falta la pestaña posterior que se encaja en el kit del sillín y bloquea el depósito.
Primero elimino el gel coat con una fresa metálica montada en un rotoflex. Sin este revestimiento, al apretar con el dedo se aprecia como dos de los golpes pequeños tienen poros, pues se produce una salida de gasolina en forma de puntos; el peor es el de 4 cm de longitud, pues ha roto incluso parte de la resina quedando la fibra deshilachada. En el caso de los dos pequeños de la foto, rebajo 1 mm aprox. del espesor de la fibra y una zona de gel-coat alrededor, esto me permitirá reponer la resina y posteriormente hacerlo con el gel-coat sin que aparezca una protuberancia.
Cuando un material recibe un impacto, en la superficie se producen esfuerzos de compresión, que en la cara opuesta son de tracción. Cuanto más profundizamos, más debe "estirarse" el material para asumir la deformación que se produce y cuanto más espesor tiene, mayor diferencial de deformación hay entre la superficie que recibe el impacto y la cara opuesta. Si esta deformación supera la capacidad elástica del material, este se colapsa, agrietandose primero y rompiendose finalmente. La zona afectada es un cono en donde el vertice está en el punto de impacto y la base en la cara opuesta.
La fibra de vidrio al ser un material compuesto, no se fragmenta facilmente, pero se fractura perdiendo toda su resistencia. Si humedecemos la zona (p. ej. con disolvente), nos realza la zona deteriorada, apreciandose una especie de aureola formada por fibras rotas situadas bajo la superficie.
La fibra de vidrio al ser un material compuesto, no se fragmenta facilmente, pero se fractura perdiendo toda su resistencia. Si humedecemos la zona (p. ej. con disolvente), nos realza la zona deteriorada, apreciandose una especie de aureola formada por fibras rotas situadas bajo la superficie.
Para reparar el golpe he saneado y rebajado con la fresa y un rodillo de lija Dremel la zona deteriorada y una franja alrededor más ancha que la de la aureola, de modo que la fibra que añada quede unida a una zona no afectada por el golpe, de otro modo como tenga la mala suerte de dar un "golpecito" en el mismo sitio (Murphy siempre está al acecho), me encontraré otra vez como en el juego de La Oca, en la casilla de salida pero habiendo pintado el depósito.
En ocasiones reparamos lo que parece un poro, y resulta que la zona afectada tiene en realidad el tamaño de una moneda, aunque no lo vemos, la gasolina pasa a través de la zona fracturada.
La superficie, saneada y preparada para la reparación.
He aplicado 4 capas de tejido groving y otras tantas de resina de calidad química resistente a la gasolina (lo recomendable es 1 capa-secado-1 capa-secado, etc..), con lo que repongo el espesor original del depósito; en la foto se ve la última capa de tejido y resina.
Paso un disco de goma blanda con lija de 150 y 400, sin pasarme, tampoco es necesario dejarlo perfecto, pues debe tener agarre para la reparación final de acabado.
Ahora ya solo queda la reparación de la inexistente pestaña posterior.
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