Nada más iniciar la jornada hago la primera buena acción del día. Sin darme cuenta me he apoyado en el kit del sillín, precisamente sobre el puente trasero reparado (una zona que no tiene que soportar ningún tipo de peso), se ha escuchado un crujido y al mirar con ojos de plato la pieza, he visto una pequeña grieta !Oh shit¡, vuelta a empezar, la madre que .....
Podría habérmelo callado, pero si estoy compartiendo la restauración no puedo esconder algo tan natural como son las pifias que hacemos y que, sobre todo, no podemos descargar en nadie más que en nosotros.
Imagen de mi estado de ánimo después de la memorable acción:
Podría habérmelo callado, pero si estoy compartiendo la restauración no puedo esconder algo tan natural como son las pifias que hacemos y que, sobre todo, no podemos descargar en nadie más que en nosotros.
Imagen de mi estado de ánimo después de la memorable acción:
En fin, prosigo, el último día me olvidé hacer el taladro superior. Para marcar el taladro, corto un tornillo, lo afilo y limo 2 laterales para poder enroscar y desenroscar. Pongo el kit y aprieto levemente, quedando marcado el punto. Taladro y .... ¡clavado! (... hago esfuerzos para olvidarme del puente agrietado).
Viendo la pieza al lado, me doy cuenta que apoya una zona muy pequeña, así que le hago un suplemento con masilla epoxi, que revestiré con fibra de vidrio, para que tenga una mayor superficie de contacto y el esfuerzo sea menor.
antes
despues
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