domingo, 11 de octubre de 2009

Eugeni T


El gran culpable de mi entrada en el mundo de la restauración, bueno, digamos que fué la cerilla que encendió la gasolina. Un buen coleccionista con piezas 5 estrellas. Valora el estado original de la moto antes que la perfección artificiosa de algunas restauraciones.

Mobylette 50
Cota 123 (1ª serie, chasis blanco) 75 '
Bultaco Sherpa T San Antonio (actualizada a Sherpa T 49)
Montesa Impala Sport 175
Ossa T 250 Pepsi (motor Phantom)


La Mobylette usada por Eduardo, fué heredada de forma sucesiva por Gloria y más tarde por Eugeni. La moto sufrió un incendio como consecuencia de tener la biela del pedal torcido. Al estar Gloria pedaleando para suplir la falta de potencia en las subidas, el pedal rozó con alguna parte del chasis o motor, desprendiendo una chispa que prendió en la gasolina, ardiendo como una tea. Afortunadamente el siniestro no fue excesivamente grave. Tiempo después, estando la moto abandonada en el porche de su casa, Eugeni, se detuvo a observarla con atención, comprobando que los daños no eran tan graves como parecía. En realidad tenia cables electricos quemados, fundas de los cables de freno y gas, así como el asiento. Se puso manos a la obra en la que fue su primera restauración. En un par de semanas y con una inversión inferior a las 200 ptas (1,10 €), la Mobylette volvió a "bramar" por la pistas del Maresme, renaciendo como el Ave Fénix. En palabras de Eugeni: "... Indudablemente era mejor pedalear con la "Moby" en las subidas que con mi vieja bici Gimson con cambio de marchas de tres piñones"






























































































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